LOS MIGRANTES SON SERES HUMANOS

La llegada al poder del nuevo Presidente de Los Estado Unidos de América, está resultando para nuestros hermanos migrantes un verdadero martirio. Quienes no tenían en regla sus papeles, son detenidos y arrojados como basura o como delincuentes, fuera de la tierra de promisión. Tiene que estar claro, que si ese país se constituyó en una Potencia, mucho de ello lo debe a los migrantes que entregaron sus vidas a cambio de una remuneración que no es precisamente la que debieron ganar.

Cuando recordamos el poema: HOJAS DE YERBA, del célebre intelectual norteamericano WALT WITMAN, el Cantor de la Democracia creemos que se está hablando de otro país. Cuando leemos el libro: AL ESTE DEL PARAISO del Premio Novel de la Literatura Jhon Stembeyk, consideramos que hemos llegado al Paraíso.

Cuando recordamos a Abraham Lincoln, el Presidente que liberó a los esclavos o repasamos las páginas de la Novela: LA CABAÑA EL TIO TOM y nos estremecemos con el trato cruel e infamante que se daba a los hermanos Afroamericanos, vemos otro rostro de la realidad.

Pero es indispensable leer a otro Premio Novel de la Literatura que vivió, muchos años en la Habana-Cuba y miramos el lado opuesto de la humanidad que lo resume en su obra: EL VIEJO Y EL MAR o más bien: POR QUIEN -DOBLAN LAS CAMPANAS. Ernest Hemingway un humanista a tiempo completo como que vivió en un mundo diferente, en otra realidad, que nada tiene que ver con lo que está ocurriendo ahora.

Volviendo a la Literatura como que encaja el momento con el terror que describió: EDGAR ALLÁN POE : en sus libros: ENTIERRO PREMATURO, LA PAVOROSA CASA DE USHER, EL GATO NEGRO, EL CUERVO, EL POSO Y EL PÉNDULO.

Centenares de migrantes ya están de vuelta. Miles van a tener que seguir el mismo camino. Dicen que quienes están sufriendo este injusto castigo son los propios responsables de este cruel destino. Nosotros como la gran mayoría de cañarenses, tenemos familiares en esos lares, en el caso personal uno de mis queridos hijos que lleva cerca de 30 años en la ciudad que nunca duerme, en la tierra de los Rascacielos. Mi hijo Christian, tiene en regla sus documentos, incluida la ciudadanía, pero solidarios como hemos sido siempre, sufrimos por quienes son perseguidos, por el delito de haber ido a aportar con su trabajo fecundo y honrado, al progreso de la Gran Potencia.

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