La planificación urbana responsable requiere priorizar aquellas obras que aseguren el bienestar y la sostenibilidad de las ciudades. Entre estas, las OBRAS SANITARIAS deben ocupar un lugar central, dado su impacto directo en la salud pública, el control del crecimiento urbano y la protección ambiental. En Azogues, como en cualquier urbe en expansión, las redes de agua potable, el alcantarillado público, los rellenos sanitarios y los colectores marginales al Burgay, constituyen la base indispensable para un desarrollo ordenado y equitativo.
El suministro de agua potable y la evacuación de aguas servidas son derechos fundamentales que requieren una gestión eficaz y prioritaria. Sin estas obras básicas, las ciudades enfrentan problemas graves de salud pública y deterioro de la calidad de vida. La falta de un sistema de alcantarillado adecuado y mínimamente necesario puede limitar el crecimiento urbano ordenado, generando asentamientos informales que incrementan los desafíos sociales y económicos que, a la larga, se convierten en tensores colectivos, pues siempre reclamarán esas obras.
En Azogues, la necesidad de reforzar y ampliar las redes sanitarias es evidente. La asignación de recursos municipales debe orientarse hacia esos objetivos esenciales, evitando la dispersión en proyectos secundarios que, aunque visibles y populares, no resuelven los problemas estructurales. La construcción de nuevos sistemas de alcantarillado y la mejora de los existentes son indispensables para garantizar una ciudad saludable y preparada para enfrentar el crecimiento.
El manejo adecuado de los desechos sólidos es otro pilar fundamental en la gestión urbana. Los rellenos sanitarios (RS) representan la mejor solución disponible para el tratamiento y disposición de grandes volúmenes de bazofias. Sin embargo, estos tienen una vida útil limitada, lo que exige una planificación anticipada para evitar crisis ambientales y sociales. En nuestra ciudad, el RS de Chabay, que ha operado eficientemente durante los últimos 15 años, está próximo a fenecer; esto subraya la necesidad urgente de incluir en los Planes De Ordenamiento Territorial la selección de nuevas áreas para futuros RS. Además, los antiguos espacios que fueron utilizados para la disposición de desechos, como los de Borrero-Charasol, deben ser rehabilitados y convertidos en espacios verdes; esto no solo mitigaría el impacto ambiental, sino que también ofrecería lugares naturales recreativos, sin necesidad de mayores inversiones.
El sistema de colectores marginales al río Burgay (CMRB) representa una de las inversiones más importantes para el saneamiento ambiental de Azogues. Sin embargo, su complementación ha sido descuidada, dejando pendiente un proyecto que ya ha requerido millones de dólares de inversión. La finalización de este proyecto es urgente, ya que no solo evitará la contaminación del río, sino que garantizará un ambiente más limpio y saludable. La continuidad y culminación de este proyecto debe ser una prioridad en la agenda municipal. Es inadmisible que obras tan trascendentales sean relegadas mientras otras de menor impacto acaparan los recursos disponibles.
Cualquier obra que se inaugure, en cualquier parte del mundo, por vistosa que sea, pierde relevancia si las necesidades básicas de saneamiento no están cubiertas. Las obras sanitarias son la columna vertebral del desarrollo urbano. Es fundamental que se prioricen las inversiones, garantizando la terminación de “proyectos clave” como los CMRB y planificando con antelación la gestión de desechos.
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