Lo que el país viene sufriendo y consintiendo en las últimas semanas es un grave síntoma de que algo no está bien. Ya lo dijimos la semana anterior, 17 binomios-candidatos a la presidencia de la república, no es normal ni usual en un país que se precia de ser democrático, constitucional, soberano, independiente, unitario, cultural y laico. Esto no lo digo yo, está en el Art. 1, del Capítulo Primero de nuestra Constitución de la República. Entonces: O el país, con autoridades y todo, está fallando…, o la decantada democracia está enferma.
Esto de los 17 binomios, parece una suerte de feria política, de festival de candidatos, de ofertas y subastas de partidos políticos de alquiler que quieren exhibirse en la palestra con un sinfín de objetivos, menos el de aportar para el desarrollo y progreso del país. ¡Quienes digan lo contrario, simplemente están falseando la verdad! Por lo pronto, el ex ministro del Interior, José Serrano, ayer martes (27-08-2024), aduciendo amenazas contra su vida, declinó su candidatura. Creemos que otros, a la usanza, también lo harán.
Por eso, hemos perdido la confianza en los partidos políticos. ¿En cuáles? ¡En todos! En el país existen más de 280 organizaciones políticas, llámense partidos, movimientos o colectivos; una verdadera menestra de agrupaciones, sin ideologías, doctrinas ni filosofías…, sin corrientes de pensamientos de avanzada. Por eso decimos que los procesos electorales están “prostituidos”. ¡Quizá la expresión -el calificativo- resulte un tanto fuerte, pero es una realidad! La falta de educación en temas morales y éticos, y en principios universales, limita nuestra capacidad para enervarnos, levantarnos y fiscalizar a los gobernantes.
Nótese que no estoy diciendo nada del otro mundo…, ¡todo lo contrario! Son verdades conocidas por todos…, pero que, sin embargo, como dice Ernesto Sábato, hay que seguir machacando en lo mismo -todos los días-, como la constante gota de agua que cae sobre la roca hasta fracturarla…, ¡hay que seguir en lo mismo, hasta que algún día se haga realidad!
Nos ha dado mucha pena, por ejemplo, escuchar ayer en la mañana, que nuestra capital Quito, está “calificada” como una de las 10 ciudades más inseguras del mundo. Esta noticia que circula a nivel mundial provoca obviamente una considerable merma en los flujos turísticos, no sólo para Quito…, sino para todo el país. En Cuenca, por citar un caso, han caído los índices de ocupación hotelera. La expresión GUERRA INTERNA que se utilizó para combatir a la delincuencia, no fue bien pensada…, esa frase alarmante, aterradora, perturbadora, se proyectó a nivel internacional y quizá por ahí vino aquella sensación de miedo a visitar Ecuador. ¡Vea usted! Estas son las consecuencias de no meditar con esmero y sosiego sobre las estrategias comunicacionales que, lejos de conseguir resultados positivos, provocaron reacciones dañinas para el país.
Es hora de dejar de ser espectadores y de mirar los toros de lejos…, es preciso pasar de las conjeturas a la acción, de ser protagonistas de nuestro destino, de soltarnos y botarnos al ruedo. Debemos ser nosotros los actores de esos cambios, pero participando, hablando, discutiendo…, denunciando…, contradiciendo, sin esperar que otros nos “den diciendo” o “nos den solucionando los problemas”.
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