¡Casi nadie prende velas!

En medio de esta crisis energética he escuchado en varios diálogos la frase “prefiero que me quiten la luz que el agua”, lo cual me ha producido una reacción tardía, pues en el momento opiné también eligiendo que servicio básico prefiero.

Pero luego pensé “se trata de servicios básicos”, ¿cómo es posible que tengamos una postura de elección?, pues lo normal es contar con ellos siempre y que en casos excepcionalísimos justificar su no suministro, aunque la realidad es que ya llevamos un trimestre del año sin ellos; y sí, ya sé que no llueve y que este hecho no depende de acción humana cambiarlo, pero también se conoce que sobre esta sequía ya se sabía y que, por lo tanto hay responsables que debían actuar a fin de que lo básico no nos falte. En fin, seguimos con cortes de luz, con semanas en las cuales llueve dos días y la esperanza de volver a la normalidad solamente se torna en ello, porque al parecer el gobierno espera lo mismo, la lluvia milagrosa que devuelva la luz.

Lo cierto que nuestro país y Cuba son los más afectados, ya que países como Colombia ha resuelto la crisis climática de otras formas, pero a la gente no le falta la luz, no como a nosotros.

En medio de todo ello, me ha causado interés el hecho de que ya no se prenden velas, recuerdo en mi niñez, ahí de forma borrosa en las épocas de Sixto, las infalibles velas que daban algo de luz en medio de la obscuridad, ahora creo que estas quedaron para algunas iglesias, y si, algunas porque ahí también con una moneda de un dólar se prenden varias de manera automática, situación que nos lleva a concluir algo que ya sabemos, la tecnología muchas veces es maravillosa, focos de todos los tipos y otros elementos que han permitido a varios negocios aun funcionar y menguar en algo los estragos de los apagones,  incluso mantenernos con internet, aunque de los generadores prefiero no hablar mucho, la utilidad que brinda vaya que nos produce una contaminación ambiental y auditiva que no se si pase una factura mayor.

No nos queda más que esperar por alguna solución del gobierno o de la naturaleza misma, cuidar nuestros electrodomésticos y ser responsables desde cada espacio con los recursos, esperar que la tecnología siga haciendo lo suyo y que estas problemáticas gracias a ella, cada vez sean menores, pues se prevé nuevamente para el próximo año estas sequias, sería imperdonable que no se tomen las medidas necesarias para evitar los daños y las molestias, merecemos contar con los servicios que por algo se llaman básicos; ya no depender del generador, de los focos recargables o de las baterías que  nos brindan internet.

A las personas de a pie, nos corresponde continuar luchando por nuestros derechos y reconocer en cada gestión gubernamental nacional o local ¿Qué han hecho para resolver las problemáticas? ¿Qué han hecho por mejorar las condiciones de vida? ¿Han cumplido sus propuestas?. Las personas merecemos mínimamente vivir con dignidad plena, es que ya ¡CASI NADIE PRENDE VELAS!

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