La contaminación del río Burgay se ha convertido en una preocupación creciente para los habitantes de Azogues, especialmente aquellos que viven cerca de las tuberías que descargan aguas servidas en este cuerpo de agua. Desde hace algunos meses, las aguas del río han comenzado a escasear debido a la falta de lluvias, y ahora, en las áreas donde se realizan estas descargas, se han reportado fuertes olores fétidos que afectan la calidad de vida de los residentes.
Las aguas servidas, que contienen una mezcla de componentes orgánicos e inorgánicos, representan un grave peligro para la salud pública si no se les brinda el tratamiento adecuado antes de ser vertidas en los ríos. Entre los componentes orgánicos se encuentran carbohidratos, grasas animales, aceites, pesticidas, y proteínas, mientras que los inorgánicos incluyen metales pesados, cloruros, y nitratos. Además, estas aguas liberan gases como sulfuro de hidrógeno y metano, que contribuyen a los olores desagradables.
La situación ha generado preocupación no solo entre los vecinos cercanos, quienes son los más afectados por los malos olores, sino también entre las personas que transitan por la zona. Estos olores no solo incomodan, sino que también son un indicador claro de la contaminación que está afectando al río y, potencialmente, a la salud de quienes dependen de estas aguas, ya sea para riego agrícola o, en algunos casos, para consumo humano.
La falta de tratamiento adecuado para purificar estas aguas servidas antes de ser descargadas en el río Burgay pone en riesgo el medio ambiente, también la seguridad alimentaria y la salud de la población. Es urgente que las autoridades locales tomen medidas para abordar esta situación, asegurando que las aguas residuales reciban el tratamiento necesario para eliminar los contaminantes antes de ser vertidas en los cuerpos de agua.
La comunidad espera que se implementen soluciones efectivas para detener esta contaminación y prevenir futuros problemas de salud relacionados con el uso de aguas contaminadas. La situación del río Burgay debe ser una llamada de atención sobre la importancia de manejar adecuadamente las aguas residuales para proteger el medio ambiente y la salud pública. (LCP – R)
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