Un grupo de profesionales vinculados al sector de la construcción, incluidos ingenieros civiles y arquitectos, han expresado su descontento frente a las demoras y trabas administrativas que, según sus denuncias, provienen de un funcionario específico de la dirección de Control Urbano del cantón Biblián. Las quejas apuntan a que este funcionario retrasa deliberadamente los procesos al argumentar que los informes presentados carecen de correcciones adecuadas, lo que afecta tanto a los profesionales como a sus clientes.
Entre los casos denunciados, destaca el de María José Suárez, arquitecta oriunda del cantón Azogues, quien desde el mes de mayo se encuentra gestionando un proceso que hasta la fecha no ha recibido aprobación (finales de diciembre 2024). Suárez señala una evidente falta de eficiencia y criterio en el departamento, y denuncia que el retraso en su caso no es un hecho aislado.
“Desde mi punto de vista y como veo la situación, hay personas que seleccionan a los usuarios por familiaridad, amistad o por los años de conocerse. Como soy nueva en el cantón, me ponen trabas. Debe ser la única razón, porque no encuentro otra explicación. Además, no soy la única profesional que se ha quejado”, afirmó Suárez.
La arquitecta también expresó su frustración por los costos adicionales que genera esta situación. “Las personas que trabajan en una institución pública cuentan con un sueldo, trabajen o no; en cambio, quienes trabajamos de manera privada dependemos de su eficiencia para cumplir con nuestros compromisos. Esto genera gastos adicionales en copias, gasolina y desplazamientos”, agregó.
Una situación que agrava el problema es la aparente falta de equidad en la aplicación de las normativas. Según Suárez, mientras se le niegan los permisos para la construcción de un muro en una propiedad de su cliente, en el mismo sector se está finalizando la construcción de una vivienda que, presuntamente, carece de permisos legales. Esto plantea serias dudas sobre la gestión y la transparencia del departamento de Control Urbano.
Los profesionales afectados han solicitado la intervención directa de la alcaldesa de Biblián, Amelia Idrovo, para resolver esta problemática. Piden que se investigue el actuar del funcionario en cuestión y se adopten medidas correctivas que garanticen un servicio equitativo y eficiente. Además, recalcan que este tipo de situaciones no solo afecta a los profesionales, sino también a la imagen de la administración municipal.
“Es necesario que la alcaldesa tome cartas en el asunto. Este tipo de demoras y favoritismos no solo perjudican a los usuarios, sino que también dejan una mala impresión de la gestión municipal ante la ciudadanía”, concluyó Suárez. (R3)
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