En la capital cañari, la rutina diaria de muchos padres y madres de familia se ha convertido en un desafío, ya que se ven obligados a esperar en las veredas fuera de las unidades educativas debido a la restricción de ingreso impuesta por los directivos de las instituciones. Esta situación ha generado aglomeraciones en las aceras, incomodando a los padres y creando un problema de tránsito en la zona.
Las imágenes de la congestión son evidentes: familias agrupadas en las aceras, mientras vehículos forman dobles filas en las calles adyacentes a las escuelas. Este desorden no solo provoca molestias a quienes esperan, sino que también aumenta el riesgo de accidentes, al obstaculizar el flujo vehicular en áreas cercanas a las instituciones educativas.
Los padres han manifestado su creciente preocupación por la falta de un espacio seguro y adecuado para esperar la salida de sus hijos. “Necesitamos una solución que evite esta congestión y garantice la seguridad de todos”, expresó uno de los padres, quien destacó que la situación es aún más crítica en horas pico y ahora en los días de lluvia.
Ante este panorama, los padres de familia están haciendo un llamado a las autoridades educativas y de tránsito para que se implementen medidas que alivien la congestión, como la habilitación de espacios específicos para la espera y una mejor regulación del tránsito en las cercanías de las escuelas.
La comunidad espera que se tomen acciones pronto para resolver esta problemática, asegurando así un entorno más seguro y cómodo tanto para los padres como para los estudiantes que asisten a las unidades educativas de Azogues. (R9)
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