FECHAS HISTÓRICAS DE OCTUBRE

El mes de octubre en Ecuador está marcado por la conmemoración de dos fechas históricas de gran relevancia: el 9 de octubre, día de la independencia de Guayaquil, y el 12 de octubre, recordado como el Día de la Interculturalidad y la Plurinacionalidad. Sin embargo, en medio de crisis energéticas y la distracción de los “puentes vacacionales”, estas fechas pasaron inadvertidas para muchos ecuatorianos. Es esencial reflexionar sobre estos hitos, no solo para rememorar los acontecimientos históricos, sino para recalcar su impacto en la identidad nacional y continental.

El 9 de octubre de 1820, Guayaquil proclamó su independencia de la Corona española, un acto que fue el precursor de la lucha independentista que luego abarcó todo el actual territorio ecuatoriano. Esta gesta libertaria, liderada por figuras como José Joaquín de Olmedo, fue clave no solo para la liberación de la “provincia de Guayaquil”, sino también para el posterior avance del movimiento independentista en América del Sur. En este contexto, la conexión con otros líderes revolucionarios como José de San Martín y Simón Bolívar fue crucial. Ambos compartían la visión de una América libre del dominio colonial.

Guayaquil, con su estratégica ubicación portuaria, se convirtió en un bastión fundamental para las campañas militares que culminarían en la independencia del resto del actual Ecuador. El espíritu de libertad que motivó a los guayaquileños en 1820 sigue siendo un referente para la construcción de la identidad nacional ecuatoriana. A pesar de ello, en el presente, la importancia de esta fecha parece haberse diluido en el imaginario colectivo, reduciéndose a un simple día de asueto. Es necesario revalorizar el 9 de octubre como un día de reflexión sobre los logros y desafíos de la independencia, no solo de Guayaquil, sino de todo el país.

El 12 de octubre de 1492, en cambio, marca la llegada de Cristóbal Colón al continente americano, un suceso que transformó radicalmente la historia de ambos hemisferios. Lo que inicialmente fue celebrado como el descubrimiento de un «Nuevo Mundo», pronto se convirtió en una crónica de dominación, explotación y genocidio hacia los pueblos originarios de América. En Ecuador, como en muchos otros países de la región, esta fecha ha evolucionado de ser el “Día de la Raza” a una jornada de reflexión sobre la interculturalidad y la plurinacionalidad.

La mutación de la nomenclatura refleja un reconocimiento a las culturas indígenas que sobrevivieron a la conquista y que siguen siendo parte integral de la identidad ecuatoriana. Sin embargo, este día también debería servir para recordar los profundos impactos que la colonización tuvo en los pueblos originarios, muchos de los cuales fueron prácticamente exterminados, junto con sus saberes y tradiciones. Hoy, es imperativo que las generaciones actuales comprendan este legado de resistencia y supervivencia, y que se fomente el diálogo intercultural como un medio para sanar las heridas históricas.

Es preocupante que fechas tan importantes para la identidad histórica y cultural de Ecuador pasen desapercibidas. Es fundamental que el sistema educativo y las instituciones públicas tomen un rol más activo en la promoción de actividades conmemorativas que vayan más allá del simple descanso. Se deben impulsar debates, conferencias y eventos académicos que inviten a reflexionar sobre el significado de estos días.

About The Author